Eres la mujer que
arranca las flores de raíz
Que hace una sopa
sabrosa de los ingredientes perversos de la vida
La que sostiene como
Atlas los mensajes, los dardos, las ilusiones devastadas
Que rompe las tarimas,
los escenarios más grandes
Con su voz, con su
fuerza interna, con su corazón desbocado de amor
Eres la mujer que
corre sin descanso,
Que boquea en silencio
como una vez que es cazado
Para ser devuelto al
mar de nostalgia
De dolor y de alegría
Eres la mujer que
logra amansar las olas más iracundas
Que logra abrazar al
oso enceguecido de odio
Que permite que el
mundo siga dando vueltas
Dándonos la única
esperanza de mejorar
Eres la mujer que
calla, que soluciona
La que derrite
glaciares masculinos
Quien sabe cómo
avanzar siempre
Y remar aunque el agua
esté llena de basura
Eres la mujer, la
eterna mujer
Quien vive, respira y
permanece erguida
Contra todos los
golpes que el hombre ha sabido inventar
En su eterna torpeza
básica y elemental
Eres la mujer
Y yo te deseo hoy, te
adoro y te agradezco
Porque conviertes el
agua en vertientes
Y el pan en calidez
Y si no agradezco día
a día tu entrega
Merezco ni más ni
menos que la muerte.
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